No creo en las coincidencias. Si entraste aca de alguna manera estamos conectadas!
Te cuento un poco sobre mí. Soy Vicky, tengo 38 años y si algo que me caracteriza es la curiosidad y el movimiento. Llevo 35 países recorridos.
Conocer y adentrarme en distintas culturas es algo que me apasiona mucho. La gente muchas veces me pregunta: “¿Hasta cuándo?” y hoy no tengo la menor idea.
Mientras me siga emocionando, latiendo fuerte el corazón cada vez que entro a un nuevo país, o conmoviendo un encuentro profundo con otra persona aún sin saber el idioma, lo seguiré haciendo.
De base, estudié Administración de Empresas. Trabajé 5 años en una companía de sistemas.
Y todo estaba "bien". Tenía un salario estable, un equipo espectacular (foto), un jefe que era un genio y hasta la posibilidad de viajar por trabajo! Y aprendí MUCHO en ese trabajo, aprendizajes que e llevo hasta hoy.
Pero algo adentro mío comenzaba a marchitarse. Y no tenía que ver con las circunstancias externas sino con un fuego mío que se iba consumiendo.
Quería estar en otro tipo de trabajo, aportando más bien desde quien soy, más alineada. Pero claro que empezaron las voces internas y externas: "¿Por qué cambiar si todo va bien? ¿Y qué vas a hacer ahora?"
Con dudas pero con más PAZ dejé la empresa. Sin darme cuenta, la vida ya me estaba enseñando a escucharme a mí misma y a moverme en consecuencia.
Algo adentro mío me llevaba hacia la educación sin saber muy bien porqué.
Me imaginaba dentro de un aula, en movimiento, con padres y niños.
Y me encontré con una postulación de una fundación de educación que me becaba un profesorado y a su vez podría dar clases en escuelas.
Y ahí sí, sentí una alineación interna, eso que estaba buscando encontró su lugar para expresarse.
Era una rutina más cansadora que la anterior, el salario era menor pero yo sentía una alegría interna tan grande difícil de describir.
De los años más lindos de mi vida, y muchos estudiantes cuyos nombres, apellidos e historias aún recuerdo perfectamente.
Luego de algunos años en la escuela, me dieron ganas de empezar a recorrer el mundo!
Tenía algo de ahorros pero no demasiado, entonces decidí viajar y a su vez hacer voluntariados a cambio de comida y alojamiento. De este modo, podría viajar barato y a su vez estar en contacto con la cultura local.
Mi primer voluntariado fue en Camboya, pensaba quedarme tres meses y terminó siendo un año. Coordiné una ONG donde venían niños a aprender español e inglés.
Fue la experiencia más especial de toda mi vida.
Luego de algunos años y varias visas working holiday que me permitieron trabajar alrededor del mundo, me dieron ganas de encontrar un trabajo online.
De esta manera, podría tener la flexibilidad de moverme a mi ritmo sin tener la limitación de quedarme en un lugar por el tiempo que durara mi contrato.
Armé mi perfil en una plataforma. Después de un mes y medio, llegó mi primer estudiante y así, poco a poco, fui armando una base de estudiantes que al año me permitió decir: “ahora sí, puedo vivir de esto”.
¡Qué linda sensación! Por fin estaba pudiendo cumplir con aquella intención que había sembrado un año atrás.
Esto me permitió, además de viajar, participar de momentos importantes como el nacimiento de mi sobrino en Francia y lo más lindo, poder elegir una vida que se adapte a mis prioridades. Porque si hay algo que no se puede recuperar en la vida, es el tiempo.
A medida que pasan los años, me doy cuenta de que la vida es un ratito y quiero llenar mi tiempo de sentido, volcado a experiencias y personas que me expandan.
Diseñé un curso y una masterclass intensiva para acompañarte si también querés tener este estilo de vida.
Hace un año nació también mi podcast, Tejiendo Fronteras, donde cuento cómo vivo cada viaje desde adentro.
También entrevisto otros viajeros y me nutro de sus experiencias y aventuras. Te invito a escucharlo.
Estos son algunos de los episodios:
Ep.1 - ¿Por qué viajo?
Ep.2 - Saltar al vacío
Ep.3 - Camino de Santiago